Ante la resolución judicial que ratificó que la Masacre de Rincón Bomba fue un genocidio


La masacre perpetrada por el Estado Nacional sobre una comunidad Pilagá en La Bomba, durante el año 1947, no sólo generó muerte, persecuciones, torturas y dolor sino que significó un enorme deterioro de las condiciones de vida y quedó como una profunda marca de memoria en su pueblo.

Sin embargo, hasta hace pocos años tanto las instituciones nacionales como provinciales negaban que alguna vez hubieran sucedido los hechos que el pueblo Pilagá recordaba. No se hallaban documentos, no había registros del accionar de Gendarmería.

Fue en la recuperación y puesta al acceso público del fondo documental Ministerio del Interior(*), en sus expedientes secretos, confidenciales y reservados donde la documentalista Valeria Mapelman halló los informes de Gendarmería al Ministro del Interior, que utilizó en su documental «Octubre Pilagá» y que fueron requeridos luego por la justicia.

Hoy, la causa fue tipificada como genocidio por la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Resistencia, validando la sentencia que en julio del año pasado dictó en primera instancia el Juzgado Federal nro. 1 de Formosa a cargo del juez Fernando Carbajal. Y si bien la reparación histórica debería contemplar la devolución de los territorios; es un gran avance en materia de justicia el reconocimiento del Estado respecto a la masacre, su tipificación como genocidio y las acciones de resarcimiento.

Fue un fondo documental identificado, clasificado, descripto y puesto al acceso por archivistas convencidos/as de la función social y el rol político que tiene nuestra tarea, el que pudo aportar esos registros oficiales que develaron el ocultamiento.

Necesitamos políticas públicas en materia de archivos para que los Archivos puedan cumplir su triple función social, pero también necesitamos reconocer y valorar la tarea anónima de quienes cada día trabajan siguiendo las mejores prácticas, estudiando y compartiendo su saber para asegurar la preservación y el acceso a los documentos en forma íntegra, a los documentos y su contexto; independientemente de los temas de moda o de las lógicas político partidarias que se les pretenden imponer.

A todos/as/es esos/as/es archivistas, que trabajan para asegurar el acceso para todos/as/es y no sólo para el cliente del turno, a quienes con su trabajo intentan hacer que ese «estado de igualdad formal» que se plasma en la Constitución y se desdibuja en el mundo real tenga pruebas para usar de sustento, con esos/as/es brindamos hoy, a esos/as/es les decimos: Salud compañeros/as/es!

(*) El Fondo documental se encuentra disponible en el Archivo General de la Nación – Departamento Archivo Intermedio (AGN – DAI)

Asociación de Archivistas en la Función Pública Argentina (AFPA)