Compartimos con la comunidad archivística un recurso fundamental para el ejercicio profesional: la Conferencia Inaugural dictada por Antonio González Quintana en el Encuentro Internacional “Archivos sobre la represión en el contexto de avance de la extrema derecha”, realizado el 12 y 13 de septiembre en la sede de la Comisión Provincial por la Memoria, en la ciudad de La Plata.
Apertura y presentación del Encuentro
El viernes por la mañana se realizó la apertura del Encuentro, a cargo de autoridades de la Comisión Provincial por la Memoria.
Sandra Raggio, Directora General de la CPM, contextualizó el evento como un acto de resistencia: “en los tiempos que corren, generar espacios como este —a contrapelo de un gobierno nacional que va en otro sentido— tiene un sentido mucho más fuerte”. Destacó cómo el “piso” de las políticas de memoria, que se creía consolidado, hoy “se está moviendo”, exigiendo renovar las estrategias de protección de los archivos frente al avance de los gobiernos de ultraderecha.
Por su parte, Roberto Cipriano García, Secretario Ejecutivo de la CPM, recordó que el edificio que los albergaba —antigua sede de la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense (DIPBA)— fue el primero en ser desafectado en Argentina, subrayando el mandato de democratizar ese archivo secreto, transformándolo en una herramienta de justicia y reparación. Advirtió también que, pese a los avances, muchas políticas de memoria en el país tienen “pies de barro”. “No basta con sostener políticas discursivamente: hay que efectivizarlas, implementarlas. Eso debe materializarse en derechos para quienes trabajan en esos lugares, y en recursos necesarios para garantizar la continuidad de esas políticas”, enfatizó, llamando a seguir conversando y debatiendo “para que lo que venga sea superador de lo anterior”.
La apertura finalizó con las palabras de Dora Barrancos y Adolfo Pérez Esquivel, Presidentes de la CPM. Barrancos definió al archivo como “materia ígnea”. “Un archivo no está compuesto por cosas muertas. Está compuesto absolutamente por elementos vitales que hacen al renacimiento de propósitos dignos de existencia”, afirmó, llamando a las y los archiveros a asumir su rol con “osadía” y “combustible investigativo”; y a toda nuestra «memoriosa» sociedad a comprometerse en poder «solventar técnica y con recursos aquella memoria que se puede perder». Pérez Esquivel amplificó esta idea: “Los archivos tienen voz. Los archivos hablan. Hablan de la memoria, de aquello que no es un pasado: ese pasado es presente”. Ambos destacaron el rol de los archivos no como depósitos de reliquias, sino como fuentes que habilitan relecturas y reinterpretaciones permanentes, donde la lucha por la verdad y la justicia se actualiza en cada documento que se consulta, en cada historia que se reconstruye.
[Pueden leerse las cuatro intervenciones desde este enlace]
Conferencia Inaugural de Antonio González Quintana
Fue en este marco que tomó la palabra Antonio González Quintana —archivero español, referente global y autor del histórico informe de 1995 del ICA para la UNESCO—.
Su conferencia, titulada “Archivos y Derechos Humanos frente al avance de la extrema derecha: A 30 años de la publicación del informe del ICA-UNESCO ‘Archivos de la Seguridad del Estado de los Desaparecidos Regímenes Represivos’”, ofreció un balance crítico, profundo y urgentemente necesario. También, un llamado a la reflexión para todas y todos quienes trabajamos con archivos públicos.
Contó con la coordinación de Mariana Nazar (Coordinadora Académica de la Diplomatura de la UNSAM e integrante de la Comisión Directiva de AFPA) y Julieta Sahade (Directora del Programa Gestión y Preservación de Archivos de la CPM y socia activa de AFPA).
¿Por qué es un recurso indispensable?
Esta conferencia no es un simple repaso histórico: es una brújula ética y política para navegar el presente y reafirmar el rol estratégico —y profundamente político— de la profesión archivística. Antonio González Quintana, con la lucidez de quien ha dedicado su vida a defender el acceso a los archivos para garantizar el ejercicio de derechos, la reparación y como pilares de la democracia; nos ofrece un mapa detallado de los avances, las amenazas y los desafíos pendientes en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Su análisis parte de un hito fundacional: el informe del ICA-UNESCO de 1995, nacido en la “tercera ola democrática”, y donde a partir de analizar varios casos referidos al uso de archivos en transiciones a la democracia, evidenció el lugar fundamental que ocupan para permitir el ejercicio de derechos fundamentales como el “derecho a la verdad” y la necesidad de que los Estados desarrollen políticas públicas para asegurar aquello que luego denominó como “deber de archivo”.
Este informe, actualizado en 2008 y publicado en 2009 con el nombre Políticas Archivísticas para la Defensa de los Derechos Humanos, encontró desarrollados sus principios en documentos posteriores como los Principios sobre el acceso a los archivos (2012) y los Principios sobre el papel de los archiveros en la defensa de los derechos humanos (2015), los cuales constituyen el marco ético y técnico que debe guiar nuestro trabajo.
En su exposición, también confrontó ese legado con la “tercera ola antidemocrática” que hoy sacude al mundo. En un contexto donde la extrema derecha gobierna o condiciona políticas en gran parte del mundo —desde Hungría y Polonia hasta Brasil, Estados Unidos, Perú e Israel—, los archivos se convierten en blancos de ataque.
En su análisis, González Quintana identifica cuatro frentes críticos que interpelan directamente a nuestra profesión: los ataques sistemáticos a los archivos como política de Estado; las asignaturas pendientes globales —especialmente el acceso a los archivos de Tribunales Internacionales y Comisiones de la Verdad—; la emergencia de nuevas formas de represión basadas en el registro masivo de datos, la vigilancia algorítmica y el uso de inteligencia artificial; y el rol creciente —y peligroso— de las grandes plataformas digitales.
¿Qué implica esto para nosotras y nosotros, archivistas en la función pública?
La conferencia es un llamado contundente a no dar nada por sentado. Demuestra que -como dijo Roberto Cipriano García en la apertura al referirse a políticas con «pies de barro»- muchos de los avances de las últimas décadas son frágiles.
En su exposición, González Quintana no ofrece recetas fáciles, pero sí un camino claro: reafirmar el “deber de archivo” como un mandato ético y legal inquebrantable, como la obligación que le asiste al Estado para cumplimentar el ejercicio efectivo del derecho a saber, una exigencia a los poderes públicos por el desarrollo de políticas públicas sólidas y de redes de apoyo y colaboración con la sociedad civil.
Desde AFPA reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los archivos como fuentes esenciales para la democracia, la memoria, la historia y los derechos humanos.
Invitamos a toda la comunidad a ver, estudiar y debatir este contenido crucial, que no es solo una conferencia: es un mapa para navegar los tiempos que vienen.